Este cereal contiene más proteínas que el arroz y el trigo; aporta vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3 y además de ácido fólico, calcio, hierro y fósforo.
Por redacción Agro Orgánico
Ciudad de México. – Al contener más proteínas que el arroz y el trigo; aportar vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3, además de ácido fólico, calcio, hierro y fósforo; y ser una fuente rica de aminoácidos, como la lisina, el amaranto es el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano, señaló el director general de Organización para la Productividad de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Héctor Robles Berlanga.
Durante la conferencia “Amaranto: ¡más que una alegría, un alimento ancestral!” – realizada en el marco del día nacional del amaranto, que se celebra el 15 de octubre–, el funcionario consideró que este alimento debe considerarse un alimento nutritivo y no solo una golosina.
Informó que los 592 productores de este cereal de Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Morelos, que forman parte del padrón del programa Producción para el bienestar participan en una estrategia de acompañamiento técnico que impulsa la transición agroecológica.
Asimismo, comentó que se promueven acciones como la reducción gradual de herbicidas, incluido el glifosato; además de fomentar la organización para la comercialización en compras gubernamentales y difundir el consumo del amaranto como alimento y mejorar la calidad del grano en el manejo poscosecha.
El amaranto –cuyo nombre en náhuatl, huahtli, significa “la partícula más pequeña dadora de vida”– es parte de los 50 alimentos del futuro, clasificados así por el Fondo Mundial por la Naturaleza, en alianza con empresas y líderes en nutrición y sustentabilidad, junto con el camote, la flor de calabaza, las lentejas, la quinoa, la jícama, la moringa, el ajonjolí, la espinaca y la col morada, entre otros, destacó el funcionario de la Sader.
Destacó que todos estos alimentos tienen en común que son nutritivos, accesibles, y su producción tiene un bajo impacto en el planeta. Señaló también que representan la posibilidad de diversificar y enriquecer la dieta de las personas, pues hoy 75 por ciento de la alimentación global se integra por sólo 12 especies de plantas y cinco de animales, lo cual –dijo– implica una alimentación pobre en nutrientes y sabor.
Por otra parte, apuntó que la producción de amaranto tiene un bajo impacto ambiental, por lo que puede ser cultivado en cualquier lugar sin requerir mucha agua, logrando incluso crecer en condiciones de sequía.
Por su parte, el investigador del Programa de Cereales del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Eduardo Espitia Rangel, recordó que México es centro de origen y principal punto de diversidad del amaranto; 32 de 70 especies están reportadas dentro del país, aunque algunas son silvestres.
Hypochondriacus es la variedad más presente en el territorio nacional y le sigue cruentus, aunque esta última sufre un proceso de desplazamiento por el sorgo en Morelos y Puebla, agregó.
“Tenemos mucha historia, mucho germoplasma y algo muy importante: el amaranto está siendo cultivado por muchos grupos étnicos, como los mixtecos, mixes, totonacos, huastecos, nahuas, huicholes, chatinos, chinantecos, coras, durangueros, mexicaneros, purépechas, tarahumaras, rarámuris, entre otros”, abundó el especialista.
Asimismo, dijo que el Centro Nacional de Recursos Genéticos del Inifap, establecido en Jalisco, resguarda el germoplasma y cuando los productores lo requieren se les entrega para su siembra.
En su oportunidad, la investigadora asociada del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Laura Elena Martínez Salvador, comentó que además que esté cereal “tiene gran resistencia a la falta de recurso hídrico. Según algunos estudios requiere hasta 40 por ciento de agua menos que el trigo y la cebada”.
Sin embargo, agregó, hay un comportamiento errático en la producción del amaranto, que se debe al movimiento de los precios rurales y de las políticas o programas públicos localizados a nivel estatal.
En Tlaxcala, por ejemplo, la producción se ha debilitado desde 2016, y Puebla, al mismo tiempo, se ha mantenido como el productor líder en el país. En Morelos, la producción ha bajado en la medida que los precios rurales han sido poco favorables, y los agricultores se orientan a otros cultivos.
Por ello, consideró fundamental que la población asuma un compromiso de consumirlo y promoverlo.
En contraste, la especialista destacó las fortalezas de la cadena productiva de amaranto en la Ciudad de México, como una mini-reventadora de amaranto, entre otros equipos desarrollados por productores con apoyo de científicos del Colegio de Postgraduados (Colpos).
Asimismo, la profesora de la Universidad de las Américas-Puebla (UDLAP), María Armida Patricia Porras Loaiza, habló acerca de todas las posibilidades gastronómicas que ofrece el amaranto, al ser un producto que puede consumirse tostado, reventado, hervido, en harina y germinado, y también como verdura, pues los quintoniles son la planta del amaranto.
Además, destacó que el amaranto es altamente nutritivo y recomendable para mujeres embarazadas, para niños y para personas que sufren estrés y cansancio.