Idai Nature, fabricante valenciano de fertilizantes naturales con presencia en 31 países, abrirá una filial en Estados Unidos

España. – Al terminar la carrera, cuando asesoraba fincas de agricultores, me di cuenta de que la mayoría no se comía los frutos que producía”, relata sin reservas Carlos Ledó, un ingeniero agrónomo de 43 años. “¿Por qué?”, cuestionaba con asombro entonces. “Es que le echamos fungicidas para que la fruta aguante más. Pero, para mi familia, reservo un trocito de parcela en el que cultivamos sin productos químicos”, respondían sin disimulo, según Ledó.
“Recuerdo un campo de fresas en Huelva, a punto de recolección. Venían lluvias y el agricultor me dijo: ‘Voy a meterle un fungicida para que aguante la humedad; no te preocupes que esto va para los franceses’. Hay que entender que ellos se juegan el año si pierden su cosecha y hacen cualquier cosa para salvaguardar sus intereses e ingresos; pero da miedo”, prosigue.
Idai Nature germina a raíz de esta extendida y mala práctica agrícola, no solo en España sino también en el mundo. Creada en 2009 , en los inicios de la crisis económica, la empresa valenciana ofrece fertilizantes naturales y abonos orgánicos. Es decir, cura las enfermedades de las plantas con plantas y minerales.
“Para controlar un hongo pulverizamos leche, canela, té o ajo”, ilustra su fundador y consejero delegado Ledó. Su fórmula viene de tiempos pasados: “Comenzamos a investigar, a buscar en libros antiguos de agricultura, cómo hacían los romanos el vino y qué aplicaban”, apunta.
La compañía, a través del programa europeo Horizonte 2020, estudia otras fórmulas para combatir a las bacterias que atacan al olivo y a los cítricos
De esta manera surgen sus infusiones, como le denomina a sus fertilizantes. Imagine que se toma una valeriana para la relajación o una manzanilla para la digestión, Idai Nature hace lo mismo: ofrece una para combatir las plagas, otra para los hongos y bioestimulantes que ayudan al crecimiento y a la floración; al aumento de la producción de frutos, para que sean más gordos, tengan más azúcar o color. Estas son sus tres líneas de producto, que incluyen un total de 80 brebajes.
“Hacemos decocciones de plantas botánicas y minerales en una olla gigante. Mezclamos y lo metemos en un formulador, como se llama, y después se deja reposar a una temperatura y presión constante. De esa mezcla sacamos un extracto, unos productos innovadores que nos permiten cultivar alimentos sin residuos. Según los ingredientes, cada uno tiene una función determinada”, precisa.
La I+D+i es la fórmula secreta de la empresa, su ADN, afirma Ledó orgulloso. Y es lo que le ha permitido diferenciarse y crecer durante la temporada de sequía. De hecho, su nombre –Idai– es un acrónimo de Investigaciones y Desarrollos Agrícolas Innovadores.
De los 17 millones de euros que prevé facturar la compañía este año (incluida las filiales), dedicará 1,8 millones a esta partida. “Invertimos cinco veces más que la media del sector”, asegura. Y de sus 80 empleados (que prevé llegar a 100 el próximo año), 15 trabajan en investigación.
Con información de Cinco Días