En 2019 entraron en la Unión Europea 3,24 millones de toneladas, apenas el 0,4 % más que en 2018

Bruselas. – El mercado de productos agroalimentarios orgánicos en la Unión Europea (UE) sigue creciendo y recibiendo también alimentos y bebidas de terceros países, entre los que destacan varios suministradores de materias primas procedentes de Latinoamérica.

Un reciente informe de la Comisión Europea sobre las importaciones de productos orgánicas refleja que en 2019 entraron en la Unión Europea 3,24 millones de toneladas, apenas el 0,4 % más que en 2018.

Así como disminuyeron las compras de cereales orgánicos como el arroz y ciertas semillas oleaginosas, crecieron las de frutas tropicales, tortas de aceite (residuos), soya y azúcar.

Países Bajos, el Reino Unido y Alemania continuaron siendo los principales importadores de esos productos, aunque la lista de los mayores socios comerciales se alteró el año pasado con la entrada de Colombia y Kazajistán en el noveno y décimo puesto, respectivamente.

Según los datos de la Comisión, esa clasificación está encabezada por China, con una cuota del13 %, seguida por Ucrania y República Dominicana (ambos con un 10 %), Ecuador (9 %) y Perú (7 %).

Cada país se ha especializado en productos propios: las frutas tropicales proceden sobre todo de Ecuador, República Dominicana y Perú; los cereales, del este de Europa y Asia Central; y el azúcar, de Brasil y Colombia.

Mapa mundial de la agricultura orgánica

Según el Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL), la superficie dedicada a la agricultura orgánica sigue creciendo y en 2018 sumaba más de 71,5 millones de hectáreas a nivel mundial.

El mercado orgánico, que ese año sobrepasó por primera vez los 100.000 millones de dólares (unos 97.000 millones de euros), está liderado por Estados Unidos, Alemania y Francia, si bien el mayor consumo per cápita corresponde a los daneses y suizos, que gastaron de media 312 euros en 2018.

Entonces había 2,8 millones de productores orgánicos en el mundo, de los que 1,1 millones estaban en la India, 210.000 en Uganda y 204.000 en Etiopía.

Julia Lernoud, integrante de la comisión directiva de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (Ifoam), señala que desde hace varios años la UE está intentando que se consuma lo que se produce dentro de sus fronteras, cerrando la puerta a productos de fuera como la carne o el azúcar.

Para los productores orgánicos latinoamericanos, acostumbrados a las prácticas sostenibles, “la mayor dificultad es que el mercado no es seguro”, por lo que “terminan pagando muchas certificaciones” para acceder a los diferentes países, afirma Lernoud.

Ifoam trabaja con sistemas alternativos de certificación para abaratar costes, según la experta, que añade que los propios países latinoamericanos están comenzando a esforzarse por abrir canales orgánicos en sus mercados internos.

Con información de: Efeagro

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