La investigación la encabeza el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (DSTL) del Reino Unido, organismo que asegura que el insecticida de origen natural sería eficaz como método preventivo

Londres. – Un estudio realizado por el Gobierno británico sostiene que un repelente contra mosquitos es eficaz contra el virus SARS-CoV-2 en su formato líquido, aunque advirtieron que la investigación debe ser revisada por pares.

Los testeos fueron realizados por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (DSTL) de Reino Unido y esta posible alternativa se suma a la carrera por parte de la ciencia para llegar a un método preventivo contra el nuevo coronavirus, enfermedad que hizo que 10 vacunas candidatas estén en tiempo record hoy en fase 3.

A casi 9 meses de sus comienzos, la pandemia por COVID-19 contabiliza más de 24.6 millones de casos confirmados; 835 mil muertos y más de 16 millones de recuperados a nivel mundial. Sin embargo, la comunidad científica no cuenta aún con una terapéutica aprobada para el tratamiento de esta afección, a pesar de que se implementan diversas alternativas de uso compasivo tales como el ibuprofeno inhalado, el suero de convalecientes y el suero hiperinmune, entre otros y/o fármacos como el remdesivir o la dexametasona.

En este contexto, investigadores del Ministerio de Defensa británico aseguraron que un repelente de mosquitos podría brindar protección frente a la COVID-19. El cirujano general del Ministerio de Defensa encargó en abril pasado al Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (DSTL) que examinara la actividad antiviral del aerosol Mosi-guard Natural® contra el virus SARS-CoV-2. Se trata de un repelente de mosquitos de origen natural que se proveyó al cuerpo militar de soldados británicos en el pasado y que, según los estudios preliminares, sería eficaz para brindar protección contra la COVID-19, según fuentes del área de defensa.

Más allá de lo auspicioso del descubrimiento, no se ha precisado el efecto superador que tendría la aplicación del insecticida frente a las prevenciones que ya se tienen como el lavado de manos frecuente, el uso de alcohol en gel y los elementos de protección como barbijos y máscaras.

El Ministerio de Defensa publicó un documento de ocho páginas del DSTL de Porton Down, entidad responsable de realizar los testeos, que, inicialmente probó la eficacia de Mosi-guard, un aerosol a base de Citriodiol, en plástico y piel artificial.

Jeremy Quin, ministro de Adquisiciones de Defensa, declaró públicamente que la investigación detectó que los aerosoles que contienen citriodiol “pueden matar el virus”.

Sin embargo, el DSTL fue más cauteloso. Indicó que había “cierta pérdida de virus recuperable” en la piel de látex sintético sesenta minutos después de haber sido rociada con el insecticida. Sin embargo, restos de virus pudieron ser detectados aún cuatro horas después en las mismas superficies. No se pudo determinar aún si dichos excedentes componen un riesgo suficiente como para constituir transmisibilidad.

Los aerosoles de citriodiol se pusieron a disposición del ejército en las primeras fases de la crisis por COVID-19 porque se sabía que mataban a otras cepas de coronavirus como el SARS.

El secretario de Defensa, Ben Wallace, declaró oportunamente que ante ese antecedente y considerando que no harían daño, podrían representar una forma extra de protección. No se han brindado datos respecto del uso real que las tropas dieron al producto desde abril pasado, momento en que les fue brindado el insecticida.

Resultados prometedores

El citriodio–compuesto del repelente– se deriva del aceite de Eucalyptus citriodora, eucalipto de limón, y se comercializa como una alternativa al Deet, ingrediente más habitual de los repelentes de insectos.

Mosi-guard es suministrado por una pequeña empresa con sede en Leeds, Citrefine. El aceite para su realización es extraído de las hojas y tallos del eucalipto citriodora, que crece en Sudamérica, África y Asia, y ya se sabía que mata otros tipos de coronavirus.

Con información de: agencias

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