Este año, el Marketing Manager de Enza Zaden en México, Juan Enrique Labastida, fue elegido representante de la Asociación Mexicana de Semilleros, AC (AMSAC) ante la American Seed Trade Association (ASTA). En su opinión, uno de los retos principales de la industria semillera es hacerse “visible” para comunicar todo el trabajo detrás de la oferta de semillas en tiempo y forma para los productores.
Por Ana Isabel Rodríguez*
El valor del mercado de semillas en México se estima en 1,000 millones de dólares anuales. De acuerdo con información del Programa Nacional de Semillas 2020 – 2024, existen más de 600 empresas de tipo social y comercial en programas de producción de semillas certificadas.
Según el mismo documento –publicado en 2020 en el Diario Oficial de la Federación (DOF)– la semilla certificada requerida por la superficie agrícola del país es de aproximadamente 600,000 toneladas por año agrícola. Y una cuarta parte del mercado lo constituyen las semillas de hortalizas.
Una de las compañías con mayor reconocimiento internacional en el desarrollo y comercialización de semillas es la holandesa Enza Zaden. La oferta de Enza Zaden abarca más de 1,200 variedades vegetales, en un rango que incluye pimientos, tomates, pepinos, lechugas o chiles picosos, de las cuales en México están disponibles más de 100.
Este año, el Marketing Manager de Enza Zaden en México, Juan Enrique Labastida, fue elegido representante de la Asociación Mexicana de Semilleros, AC (AMSAC) ante la American Seed Trade Association (ASTA).
En entrevista para Agro Orgánico, Juan Labastida explica en qué consiste dicha representación y algunos desafíos que enfrenta la industria semillera en México.
Agro Orgánico (AO): ¿En qué consiste tu participación como representante de la AMSAC en la ASTA?
Juan Labastida (JL): Es un cargo honorario con una duración de dos años. Así como somos miembros de la ASTA, la AMSAC tiene representaciones en organismos como la International Seed Federation, entre otros en el mundo relacionados con el mercado se semillas.
Enza Zaden es miembro de la AMSAC desde hace más de 10 años. Para nosotros esto aporta beneficios que no necesariamente son visibles, en primera instancia, para el productor. Formar parte de la asociación implica estar actualizados en aspectos como permisos fitosanitarios, trámites de importación, regulaciones, entre otros aspectos, para que las semillas lleguen en tiempo y forma a las manos de los productores.
En Estados Unidos, la ASTA cabildea causas que tienen sentido para las empresas semilleras en ese país y que coinciden con los intereses de la AMSAC en México.
Por su parte, la AMSAC representa en México los intereses de 90 empresas y contrario a lo que mucha gente pudiera pensar, la mayoría de las semilleras que forman parte de la membresía son pymes mexicanas y es a éstas a quienes más apoyo se les brinda.
Un aspecto importante en este sentido es que en la AMSAC todos contamos por igual; el voto de una compañía grande y el de una pequeña, valen lo mismo, no hay alguna preferencia con base en la facturación.
Lee la entrevista completa en la última edición de Agro Orgánico. También puedes descargarla totalmente gratis en: https://agroorganico.info/wp-content/uploads/2023/04/38_Agro_Organico.pdf
*Directora editorial de Agro Orgánico