Los biofertilizantes desarrollados por la empresa mexicana Bioamin han contribuido a reducir la fertilización química hasta en un 80 por ciento
Por Redacción Agro Orgánico
Coahuila, México. – La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto negativo en diferentes sectores, pero fue benéfico en un aspecto: muchos consumidores tuvieron una mayor conciencia respecto a la importancia de consumir alimentos saludables como un mecanismo de protección ante las enfermedades.
Para el sector dedicado al desarrollo de insumos agrícolas que contribuyan con una producción alimentaria más inocua y sustentable ha sido también una oportunidad de incrementar su mercado apoyando a los agricultores que buscan producir de forma rentable sin impactar el medio ambiente.
Tal es el caso de Bioamin, empresa dedicada a la investigación, desarrollo, producción y comercialización de productos biotecnológicos para la agricultura, elaborados con ingredientes naturales de la más alta calidad, efectividad y pureza.
Bioamin nace en 2008 a partir de un primer proyecto de investigación científica que consistía en un biofertilizante a base de cepas del género Azotobacter spp, que se convirtió en la base de nuevos proyectos de agrobiotecnología que hoy en día forman los pilares de la empresa.
Al respecto, el director general de la empresa, Juan Genaro Osuna, considera que esta demanda en un aumento de insumos biológicos y ecológicos se mantendrá al alza en los próximos años.
En entrevista para Agro Orgánico, refiere como ejemplo el aumento en la demanda – dentro de su cartera de productos– de biofertilizantes, cuyos ingredientes activos responden a necesidades específicas de los cultivos pero aportan a la planta lo que ésta, por si misma, no puede absorber.
Minerales como fósforo o potasio –explica el ingeniero Osuna– están disponibles en el suelo, pero a veces no se pueden absorber porque los suelos están empobrecidos debido a la residualidad de fertilizantes convencionales. Para tal caso, Bioamin ha desarrollado insumos con microorganismos que actúan para descomponer los minerales y que éstos sean más fácilmente asimilables por las plantas.
Además, destaca que los biofertilizantes desarrollados por la empresa han contribuido a reducir la fertilización química hasta en un 80 por ciento, en el caso de cultivos como fresa. Aparte de los beneficios económicos, el uso de estos productos contribuye a que los suelos se “limpie” paulatinamente de los residuos químicos.
“Lo más importante para nosotros es atender necesidades específicas de cada cliente y darle una propuesta de valor que realmente las resuelva. Identificamos un problema real en los suelos, en los cultivos y con base en eso ofrecemos una solución”, destaca el ingeniero Osuna.
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