El país refrendó la prohibición de cultivos genéticamente modificados hasta 2025
Zurich. – Eva Reinhard, directora de Agroscope, el organismo federal suizo dedicado a la investigación agrícola, expresa su frustración ante el plan gubernamental de extender la moratoria que prohíbe los vegetales genéticamente modificados durante cuatro años más.
Reinhard afirma que el enfoque de solo esperar mientras se observa lo que hacen los otros hará que Suiza pierda un tiempo precioso en una coyuntura de creciente escasez mundial de alimentos.
La moratoria suiza para el cultivo de organismos genéticamente modificados y para vender productos transgénicos se introdujo por primera vez en 2005, tras la votación de una iniciativa popular. Desde entonces, el Parlamento la ha refrendado en tres ocasiones. Y en diciembre pasado, el Gobierno suizo propuso que fuera extendida hasta finales del 2025.
Hacer que la producción agrícola sea más sostenible es una cuestión de supervivencia para la población mundial, ya que habrá 9 000 millones de bocas por alimentar en 2050. Esto significa que es necesario producir 1,1% más de calorías por año para satisfacer la creciente demanda global, pero sin utilizar más tierras para la agricultura, ya que 25% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero proviene justamente de la producción del sector primario.
En este contexto, Eva Reinhard, titular de Agroscope, afirma que prohibir los transgénicos en Suiza carece de sentido. “En materia de calentamiento global, cada grado adicional [en la temperatura global] significa entre 3 y 4% menos rendimiento [en los cultivos]. Ya tenemos un problema serio con la sequía y los transgénicos permitirían hacer algo al respecto con relativa rapidez», expresó en el LifeFair Forum, una conferencia virtual celebrada recientemente para hablar sobre alimentos producidos con tecnologías de punta.
Reinhard añade que en Suiza falta claridad sobre los métodos que pueden utilizarse legalmente para generar nuevos productos para el mercado. “Esto hace que los productores de plantas se sientan inseguros y complica el trabajo de fitomejoramiento que tiene fines comerciales”.
Con información de: Swiss Info