Nadie debería tener que elegir entre alimentos cultivados con pesticidas tóxicos o alimentos orgánicos

Por Lee Johnson*

(Traducción: Jurjen Roerdinkholder)

El año pasado gané una demanda judicial monumental que arrojó luz sobre el peligro de pesticidas, tanto para jardineros de escuelas –como yo– como trabajadores agrícolas y aún usuarios domésticos. Encontré un vinculo directo entre mi cáncer y un herbicida llamado Ranger Pro, el hermano mayor de Roundup, que mucha gente usa en casa. La empresa que la fabrica, Monsanto (ahora propiedad de Bayer), fue encontrada responsable por mi enfermedad y muchas más.

Antes de que tuviera cáncer, nunca pensaba en serio sobre lo que comía o de dónde venían mis alimentos, lo importante era no tener hambre. Soy el cuarto de cinco hijos, y mi madre luchó mucho para alimentarnos porque, al igual que ahora, los tiempos eran difíciles. Personalmente, recuerdo alimentos distribuidos por el gobierno,como leche en polvo, carne enlatada y otras opciones no tan saludables.

Pero después de enfermarme, escuché de muchas fuentes acerca de comer orgánico. Incluso estuve invitado a una clínica donde debes cambiar toda tu dieta a comida orgánica. Me enteré de que la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., que regula el uso de pesticidas, a veces los permite aún sabiendo que una cierta cantidad de sustancias químicas nocivas están presentes en la mayoría de los alimentos que comemos.

Los alimentos orgánicos se cultivan sin estos pesticidas. Un nuevo estudio de Friends of the Earth muestra cómo cambiar a una dieta orgánica puede disminuir los niveles de pesticidas en nuestros cuerpos. Me interesó porque probaron el glifosato, el ingrediente en Ranger Pro y Roundup que causa cáncer.

El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo. Además de usarse en terrenos escolares, parques y jardines en ciudades, se usa ampliamente en la agricultura. Además de estar relacionado con el cáncer, la investigación lo ha asociado con toxicidad renal y hepática, alteración de nuestras hormonas y problemas reproductivos.

Los investigadores realizaron pruebas a cuatro familias estadounidenses de Oakland, Minneapolis, Baltimore y Atlanta. Encontraron glifosato en el cuerpo de todos, incluidos niños de hasta cuatro años. Cuando las familias cambiaron a una dieta completamente orgánica, los niveles de glifosato cayeron un 70 por ciento después de solo seis días. Este estudio es parte de un exhaustivo análisis científico integral que muestra que cambiar a una dieta orgánica reduce rápida y dramáticamente la exposición a los pesticidas.

Realmente creo que «somos lo que comemos». Nadie debería tener que elegir entre alimentos cultivados con pesticidas tóxicos o alimentos orgánicos. Todos deberíamos comer nada más que orgánico.

Uno de los principales problemas es la disponibilidad de alimentos orgánicos; a menudo no son accesibles para los pobres y otras personas que no pueden pagarlo. En algunas áreas urbanas, la comida de calidad simplemente no está en los estantes. Si no vives en ciertas ciudades o en el área correcta de tu ciudad, tus opciones de alimentos pueden limitarse a las tiendas de la esquina.

Cuando pensamos en crear un sistema alimentario más equitativo y justo, ampliar el acceso a los alimentos orgánicos es una gran pieza del rompecabezas. Todos tenemos derecho a alimentos libres de tóxicos. Y las personas que cultivan los alimentos que comemos tienen derecho a no estar expuestas a sustancias químicas relacionadas con el cáncer y otros problemas de salud graves en el trabajo.

Eso requeriría un cambio masivo en nuestra sociedad, pero es posible. Podemos ver el liderazgo en la Unión Europea en el liderazgo. En junio pasado, la UE anunció planes para reducir a la mitad el uso de pesticidas para 2030 y hacer la transición de al menos el 25 por ciento de la agricultura a producción orgánica.

En este año electoral, una forma en la que podemos marcar la diferencia es votar por personas que estén dispuestas a poner nuestra salud por encima de los intereses de las empresas productoras de pesticidas. Y podemos unirnos a organizaciones que están trabajando para crear un sistema alimentario donde la comida orgánica sea para todas las personas.

  • Lee Johnson era un jardinero escolar del distrito escolar de Benicia en California. En 2019, ganó una demanda revolucionaria contra Monsanto (ahora propiedad de Bayer) que vincula su cáncer con el pesticida a base de glifosato de la compañía, Ranger Pro. Desde entonces, ha estado apoyando los esfuerzos para reducir el uso de pesticidas tóxicos en terrenos escolares.

Artículo publicado originalmente en Food Thank: https://foodtank.com

Previous Cultivar carbono
Next China premia modelos en desarrollo rural