Entre otros factores, el acuerdo busca frenar la degradación de las tierras y la desertificación

Redacción Agro Orgánico

Roma, Italia. – El pasado lunes, se firmó un nuevo acuerdo en el que la Unión Europea (UE) aportará 9 millones de euros adicionales para apoyar la labor del organismo de la ONU en África, el Caribe y el Pacífico (el grupo de países ACP).

El acuerdo fue llevado a cabo por el Comisario Europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica, y el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu.

El objetivo principal del financiamiento será impulsar los esfuerzos de los países de las regiones elegidas para lograr cambios hacia políticas y prácticas agrícolas sostenibles, con el fin de conservar y utilizar de manera sostenible la biodiversidad y los recursos naturales.

“Nuestro apoyo a una mayor biodiversidad y para mejorar la calidad de los alimentos es decisivo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La agricultura y la biodiversidad están estrechamente vinculadas”, aseguró Qu.

El director explicó que este nuevo programa ayudará a superar las barreras socioeconómicas y políticas que impiden que los países y los agricultores adopten prácticas agrícolas basadas en el ecosistema y enfoques de gestión de la biodiversidad y los productos químicos.

Por su parte, Mimica expresó que “la naturaleza está amenazada, por eso el mundo necesita prácticas agrícolas más sostenibles que impulsen la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y el crecimiento económico, preservando al mismo tiempo los preciosos recursos naturales del planeta”.

El acuerdo forma parte de un programa más amplio de apoyo de la UE que promueve la sostenibilidad medioambiental en los países de África, el Caribe y el Pacífico a través de una mayor gobernanza medioambiental y la implementación de acuerdos multilaterales en este ámbito, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD).

La iniciativa abordará también algunas de las prácticas más insostenibles en la agricultura, como el uso de plaguicidas muy peligrosos, y ampliará las prácticas y enfoques basados en el ecosistema que favorecen el control natural de las plagas y protegen a los polinizadores y otros organismos beneficiosos.

Entre estos enfoques, destacan los basados en los agroecosistemas, la agricultura orgánica, la restauración de tierras y la gestión del paisaje, la agrosilvicultura, el manejo integrado de plagas, la reducción del riesgo de los plaguicidas y la conservación de la diversidad de cultivos locales.

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