Para más de 2.000 millones de personas en el mundo, los combustibles obtenidos de la madera significan una comida cocinada, agua hervida para beber y lavarse con seguridad, y una vivienda cálida
Roma. – Lograr un sector de la dendroenergía (la utilización de la madera como fuente de energía, ndr) más ecológico tiene un gran potencial para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero y mejorar los medios de subsistencia rurales, aseguró la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con ocasión del Día Internacional de los Bosques de las Naciones Unidas.
Hasta el 7 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de origen humano proceden de la producción y el uso de leña y carbón vegetal. Esto se debe en gran parte a una gestión forestal insostenible y a la ineficiente fabricación del carbón vegetal y la combustión de la leña, según un nuevo informe de la FAO.
Haciendo referencia al tema del Día Internacional de los Bosques de este año, “Bosques y energía”, el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, señaló que “para más de 2.000 millones de personas en el mundo, los combustibles obtenidos de la madera significan una comida cocinada, agua hervida para beber y lavarse con seguridad, y una vivienda cálida”.
«Esto es especialmente importante para los pobres de las zonas rurales en los países en desarrollo, donde la madera es a menudo la única fuente de energía disponible», señaló en la ceremonia del Día Internacional de los Bosques en Roma.
Sin embargo, advirtió que gran parte de la producción actual de combustible de madera es insostenible, lo que contribuye de forma notable a la degradación de los bosques y los suelos, y a la emisión a la atmósfera de los gases de efecto invernadero.
«En muchas regiones, la producción de carbón vegetal se hace a menudo utilizando métodos rudimentarios y contaminantes», recordó, instando a los países a revertir estas tendencias negativas en la producción y uso de dendroenergía.
«Necesitamos, por ejemplo, adoptar tecnologías mejoradas para la conversión energética», dijo Graziano da Silva, añadiendo que la FAO está participando en diversos programas para producir hornillos eficientes de bajo consumo, especialmente para las personas pobres en América Latina y África. Citó como muestra un proyecto en Sudán del Sur, donde la FAO y sus asociados han distribuido ya más de 30 000 hornillos mejorados.
Concluyó asegurando que «garantizar el acceso a una energía accesible, fiable, sostenible y moderna es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible» y que es «fundamental para abordar las consecuencias del cambio climático y eliminar la pobreza extrema y el hambre».
En sus palabras en la inauguración del evento, el Presidente de Fiji, Jioji Konousi Konrote, declaró que «tenemos que prestar atención a ampliar la transferencia de tecnologías de energías renovables, en particular para la biomasa forestal, a fin de garantizar que los países en desarrollo usan estas tecnologías y pueden atender la creciente demanda de energía de manera sostenible. Sólo entonces los países en desarrollo podrían reducir el uso de combustibles fósiles y contribuir a un medio ambiente más limpio, reduciendo sus niveles de emisiones de carbono».
«Es vital que todos –añadió- desde el sector público y privado, el mundo académico, ingenieros, investigadores, responsables de las políticas, planificadores e instituciones de financiación, coordinen sus esfuerzos y trabajen juntos para aumentar la contribución de los bosques al conjunto de los suministros mundiales de energía renovable”.
El gobierno de Fiji está a punto de asumir la presidencia de la próxima Conferencia de las Partes del Acuerdo Climático de la ONU que tendrá lugar en Bonn, Alemania, en noviembre.
Con información de Agencias