En 2020 la venta de alimentos ecológicos en Polonia aumentó 20 por ciento

Bruselas. – Según un informe publicado por Eurostat,en 2018 la Unión Europea contaba con 13,4 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura ecológica. La superficie total de cultivo ecológico en la UE aumentó un 70% en los últimos diez años y las ventas retail de productos ecológicos alcanzaron los 34.000 millones de euros en 2017, según datos de la Comisión Europea.

Hasta hace poco, muchos en Polonia consideraban los alimentos ecológicos como una curiosidad exótica. Sin embargo, hoy en día, junto con el aumento de la conciencia de los consumidores, ha comenzado a ganar fuerza. La utilización de productos ecológicos en Polonia ha sido lenta pero a ritmo constante: en 2016, menos del 4% de los nuevos productos alimenticios y bebidas introducidos en el mercado polaco fueron etiquetados como “alimentos ecológicos”. Pero en 2020, esa cifra ha aumentado hasta el 20%.

Al mismo tiempo, el 46% de los consumidores polacos ya consideran que los ingredientes naturales son el criterio más importante a la hora de elegir los alimentos. La gente está prestando más atención al contenido de las etiquetas, la composición y los métodos de producción, buscando ingredientes simples y “sanos” y alimentos que no estén “ultraprocesados”.

Un camino lleno de obstáculos

Pero incluso teniendo en cuenta el positivo cambio de costumbres de los consumidores, la rentabilidad de la agricultura ecológica en Polonia no está garantizada.

“No es nada fácil”, explica Monika Styczek-Kuryluk, experta en agricultura ecológica, quien junto con su esposo Robert dirige una granja ecológica de 33 hectáreas en el Voivodato de Lublin, al tiempo que agrega que las cadenas retail en Polonia prefieren importar productos del extranjero que comprar a proveedores nacionales. “Esta situación, la falta de interés en las redes comerciales, obliga a los agricultores a buscar otros puntos de venta no tradicionales”, asegura.

El éxito comercial de los agricultores ecológicos también está determinado por sueficacia en el uso de las nuevas tecnologías para la creación de redes, la comercialización e incluso la venta directa.

“Si un agricultor no mantiene su propia red de contactos, la plataforma a través de la cual estará en contacto con el cliente puede fallar. El interés por los productos ecológicos sigue creciendo, pero el mercado es pequeño en comparación con los cultivos convencionales”, subraya Monika.

También hay cooperativas de alimentos en Polonia que permiten a los agricultores llegar directamente a los clientes. Así, la familia Styczek-Kuryluk trabaja con varias cooperativas de Varsovia, Cracovia y Lublin. “En Polonia todavía no se saben gestionar los recursos humanos que se dedican a la agroecología. Somos una minoría y no estamos en el centro de atención de las autoridades”, lamenta.

Con información de: Euractive

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