Entre muchos otros beneficios, el yeso agrícola ha demostrado ser una alternativa viable para revertir la pérdida de suelos por salinidad y sodicidad.

Por Edgar Armas*

Uno de los problemas más graves para la agricultura mundial es la desertización y salinidad de suelos. De acuerdo con las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la afectación por salinidad a nivel mundial es de 833 millones de hectáreas. Además, se estima que el 10% de los cultivos a nivel mundial tienen cierto grado de afectación por salinidad, lo cual supone un alto riesgo para la seguridad alimentaria a nivel mundial.

México no está ajeno a la tendencia a nivel mundial. Las cifras publicadas por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en 2021 son contundentes. De los 26 millones de hectáreas (ha) dedicadas a la agricultura, 3.43 millones sufren afectación leve por sodio, que representa el 34.9% de la superficie agrícola por riego. La afectación por salinidad resultó en 2.43 millones de ha.

Entre los dos tipos de afectación representan el 60% de la superficie de riego equivalente al 19.7% de la superficie agrícola nacional. Por otro lado, en la agricultura de temporal, las afectaciones por salinidad y sodicidad son menores. En total, de acuerdo con las cifras oficiales, la superficie afectada por salinidad y sodicidad de leve a moderada en los primeros 30 cm se suelo suman 11.08 millones de ha, lo cual representa 41.8% de la superficie agrícola total del país.

Aquí surgen las preguntas: ¿qué son la salinidad y la sodicidad? ¿Por qué el yeso agrícola es una alternativa viable para revertir la pérdida de suelos por salinidad y sodicidad? En este artículo se aborda estas preguntas y el método adecuado para dosificar el yeso agrícola.

Salinidad y sodicidad

Usualmente los términos salinidad y sodicidad son utilizados de manera indistinta para referirse a suelos afectados por sales. Sin embargo, los términos se refieren a aspectos diferentes que, no obstante, pueden presentarse en un mismo suelo dando origen a la clasificación de suelo “salino-sódico”.

Un suelo salino es aquel que presenta acumulación de sales, donde predominan los cationes calcio (Ca2+) y magnesio (Mg2+). Pero también pueden presentarse cationes de potasio (K+) y sodio (Na2+). Se determina que un suelo es salino cuando la conductividad eléctrica es mayor a 4 dS/m-1. Otra característica es que el sodio intercambiable no rebasa el 15% y el pH (potencial de hidrógeno) es menor a 8.5.

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