La falta de lluvias que azota a casi once estados del país propiciará la importación de cereales y alimentos forrajeros para la producción de carne de res, cerdo y pollo
Redacción Agro Orgánico
México. – La falta de lluvias en diversas regiones agrícolas de las zonas centro y norte de México, coincidente con bajos niveles de las presas de almacenamiento con fines de riego, pone en riesgo a productores de sorgo, maíz y trigo, que no cuentan con insumos ni financiamiento, advirtió el secretario de Finanzas de la Fundación Mejoremos al Campo, Rafael García del Horno.
De acuerdo con el dirigente, los bajos niveles de las presas se agravaron por la entrega de agua en la línea fronteriza a Estados Unidos, a fin de cumplir con acuerdos por conducto de la Comisión Internacional de Límites y Aguas.
En Tamaulipas, la falta de agua afectará gravemente el programa de cultivos de sorgo y maíz, mientras que más de 20 mil productores tendrán serios apuros económicos, sin que el gobierno federal asuma alguna responsabilidad de crédito rural en esa región y sin que haya la definición de qué sembrar, si maíz o sorgo, señaló García del Horno.
Agregó que en Tamaulipas los costos de producción fluctúan entre 12 mil y 14 mil pesos por unidad de superficie. Esta entidad aporta el 40 por ciento de la producción nacional de sorgo, sobre la perspectiva nacional de 7 millones de toneladas; asimismo, el maíz es el segundo cultivo en el ciclo invernal en esta entidad, con 250 mil toneladas.
Al igual que en Tamaulipas, los agricultores de estados del norte, como Chihuahua, Coahuila, Baja California, Sonora y Sinaloa; del centro, como Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Nayarit, así como parte de estado de México, enfrentan un “panorama sombrío” cuya consecuencia será aumentar la importación de cereales y alimentos forrajeros para la producción de carne de res, cerdo y pollo, así como para alimentos tan necesarios como el huevo y la leche, comentó García del Horno.
En este contexto, dijo que entre los diferentes productores agrícolas de las entidades señaladas, tanto ejidales como propietarios, existe inquietud por el abandono en que han caído las diferentes instituciones de apoyo productivo y de financiamiento.
Ante esta situación –apuntó– existe el riesgo de que los rendimientos, la calidad y programas de nuevas tecnologías para aumentar productividad, se vengan abajo, por la desintegración de esquemas de capacitación, investigación y colaboración de productores cooperantes con instituciones específicas de apoyo a los agricultores.