La carne cultivada es una novedad que promete ser una alternativa en el futuro, pero apenas se sabe algo del proceso

España. – Hay dos tipos de carnes que intentan simular la carne animal. Las que están hechas a base de plantas, las llamadas vegetales, y las que están hechas a partir de células madre extraídas de los músculos y de otros elementos orgánicos de animales vivos sin necesidad de sacrificarlos, las que se conocen como carne cultivada. 

Ésta todavía no se comercializa en los mercados y solo se han hecho experimentos en laboratorios, pero la vegetal ha aumentado mucho sus ventas en los últimos años. Dentro de la vegetal existen dos tipos: las que simulan el sabor de la carne natural y las que no.

Antes en los supermercados solo se vendían las carnes vegetales que no intentaban parecerse a la animal. Pero la cadena de supermercados valenciana, Mercadona, apuesta por vender pollo que simula el sabor. El pasado miércoles, Lanzadera, la aceleradora de empresas impulsada por el presidente de la compañía, Juan Roig, inició 2020 acogiendo 21 startups. Una de ellas es Heura, una compañía dedicada al proceso de producción de carne vegetal. «El 100% de las personas que prueban Heura creen que comen carne», señala en su página web la empresa.

Antes, la empresa estadounidense de productos cárnicos elaborados a base de plantas Impossible Foods acababa de anunciar que había dado un paso más allá de la ternera y también había creado una alternativa a la carne de cerdo, con la cual, asegura que se puede producir incluso chorizo.

¿De qué están hechas las vegetales?

Estas carnes vegetales que simulan el sabor de carne animal se han convertido en un auténtico fenómeno. Con legumbres como la soya o los garbanzos, y cereales o pseudocereales como la quinoa, se mezclan con cebolla, harina, aceites y especias, para conseguir un resultado que recuerda a la carne. Una hamburguesa sin carne animal, pero con textura, color, olor y sabor a carne.

«Suelen estar cargados de aceites y harinas refinadas, azúcar y sal, por lo que en su mayoría podemos considerarlos ultraprocesados», indica el nutricionista Mario Sánchez. Además, si se fija en el etiquetado no aparecen los «términos atribuidos legalmente a un producto de origen cárnico, como por ejemplo ‘hamburguesa’ o ‘salchicha’, ya que no sería legal». 

«Normalmente en la denominación del producto, junto al listado de ingredientes, nos encontramos con términos como ‘preparado a base de’ o similares, donde se intenta cubrir la parte proteica con legumbres o frutos secos en forma de harina», destaca.

¿De qué están hechas las artificiales?

La carne cultivada es una novedad que promete ser una alternativa en el futuro, pero apenas se sabe algo del proceso. Sin embargo, por sus ingredientes-células madre extraídas de los músculos y de otros elementos orgánicos de animales- y la forma de hacerlo apunta que no será sano y genera mucha incertidumbre.

La también conocida como carne en vitro está compuesta «principalmente por miocitos (células musculares) y lipocitos (células grasas)», según Axel Ceinos, CEO de Nutrición y Cocina.

«Esto quiere decir, que de base esta carne es simplemente una mezcla de proteínas y grasas, sin ningún tipo de micronutriente ni compuesto bioactivo. Además, las carnes sintéticas no cuentan con tejido conjuntivo. Nutricionalmente no es muy relevante, pero es imprescindible en la textura y estructura de la carne», apunta.

Con información de 20minutos.es

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